Nosotros los pobres… ya somos muchos
- Juan Hernández
- 1 feb 2019
- 3 Min. de lectura
Más del 43% de los mexicanos viven en esta condición

«Allí donde hay hombres y mujeres condenados a vivir en la miseria, los derechos humanos son violados. Unirse para hacerlos respetar es un deber sagrado.»
Joseph Wresinsk
Hablar de pobreza es hablar también de discriminación, delincuencia, desnutrición, ignorancia y enfermedad.
El 17 de octubre de 1987, el padre Joseph Wresinski —quien enfatizó una vez más el vínculo directo entre derechos humanos y pobreza extrema— hizo un llamamiento para luchar contra este mal, animando a conmemorar el Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema. Cinco años después la Asamblea General de la ONU, declaró el 17 de octubre Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza
Este es el mes adecuado para reflexionar y tomar acciones ante esta problemática de la que todos formamos parte.
Según el informe de la CEPAL, en América Latina hay 168 millones de personas en situación de pobreza, equivalente al 28% del total de la población en los 18 países considerados. Entre ellas, hay 70 millones que viven en condición extrema (indigencia), equivalente al 11.8% de la población.
Los datos del informe ubican a nuestro país en el décimo tercer lugar.
Para entender mejor de lo estamos hablando hay que empezar por definir algunos términos:
Pobreza: Una persona se encuentra en situación que tiene al menos una carencia social y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
Con esta definición los siguientes datos son escalofriantes: El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVALl) estima que en México el 43% de la población está en situación de pobreza, lo que significa que 4 de cada 10 mexicanos tiene esta condición.
Eso no es todo. De los 53.4 millones de pobres, 9.4 viven en pobreza extrema.
No basta con el término pobreza, sino además pobreza extrema; donde las personas en esta situación disponen de un ingreso tan bajo que aun si lo dedicasen por completo a la adquisición de alimentos, no podrían adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana.
¿Y cuáles son las carencias sociales?
Son seis indicadores: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación.
Los salarios en la actualidad se encuentran así:
SALARIO MÍNIMO GENERAL DIARIO EN MÉXICO 2018:
$ 88.36
SALARIO MÍNIMO GENERAL MENSUAL EN MÉXICO 2018:
$ 2686.14
El salario medio de obrero/a en México es aproximadamente de $4,919.00
BOTÓN DE MUESTRA
Imaginemos una escena:
José es padre de familia que gana poco más que el salario mínimo y debe mantener a cuatro integrantes. Para que él pueda ofrecer una correcta alimentación necesita comprar carne, pescado, frutas y verduras, que en una vuelta al mercado popular gasta alrededor de $ 550.00. Pero no sólo debe comer eso, sino también lácteos, legumbres y agua; juntando esos gastos serían 125 pesos extra (suponiendo que de cada alimento compra un kilo y además un garrafón de agua).
Eso sin contar que José tiene un carro al que le pone a la semana $700.00 de gasolina y compra un tanque de gas de 20 kilos a $415.00 cada dos meses.
Sus hijos sin duda se quieren divertir: ir al cine, al teatro, a comer fuera, a un concierto, etc. El boleto de cine ronda los $65.00 (por persona), un boleto del teatro promedio 400 pesos, la entrada al concierto del artista de moda $900.00.
¿Con todo lo que gastó para mantener sus necesidades físicas básicas le alcanzará a cubrir esos gastos?
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