Rápidos, furiosos y exagerados

El primer spin-off de la saga fílmica Rápidos y Furiosos -comenzada en 2001- que protagoniza Dwayne Johnson y Jason Statham, resulta ser una hilarante aventura llena de convencionalismos del género y despegada por completo, ahora sí, de la esencia que caracterizaba al menos a las cuatro primeras cintas de la franquicia.

Cuando la hermana menor de los Shaw, Hattie (Kirby), se inyecta un virus cibernético mortal, su hermano Deckard (Statham) y por agregado Luke Hobbs (Johnson), tratarán de protegerla de una amenaza como lo es Brixton (Elba), un soldado modificado genéticamente, que busca el virus para que su organización multifuncional logre controlar a la humanidad con base en tecnología.

No cabe duda que el carisma de sujetos como “The Rock” (Rampage, 2018) y Statham (Crank, 2016) han logrado que se posicionen como parte de los nuevos héroes de las películas de acción, tanto que logren unirse en una película, la cual forma parte de una de las sagas fílmicas más importantes de la cinematografía, si de taquilla se trata; es así que en esta entrega ellos dos, con su química expuesta, logran sostener con sus personalidades disparejas, su rivalidad y por supuesto, las coreografías de peleas, una cinta que está al borde del colapso por su trama genérica (la existencia de un virus mortal; un villano sin profundidad que es controlado por una misteriosa organización, y un final sin sorpresa, pero que deja la puerta abierta a más historias, etc.); absurdas escenas de acción que cada vez se superan así mismas y que terminan por causar escepticismo por la ejecución tan inverosímil a la física real, sin embargo, por supuesto que estas escenas siguen funcionando, ya que visualmente son atractivas, están bien diseñadas y logran el cometido de “apantallar”, tanto para bien, como para mal.

Dentro de todos los aspectos ilógicos, la película y la saga en general es honesta con respecto a lo que quiere mostrar desde hace ya varias entregas: no se toma en serio las cosas y tampoco busca que el espectador lo haga y mucho menos las sobre analice, dado que se acabó el plano terrenal como lo eran los vehículos arreglados y pintorescos, las carreras callejeras, los problemas de pandilleros, etc., puesto que ahora a la saga se ha conducido hacia exagerar la mayor cantidad de peleas y persecuciones, involucrar a la ciencia ficción como parte de la trama principal y desarrollar personajes inmortales e indestructibles. Es honesta porque tampoco intenta recrear la simbología, ni la complejidad, ni el desarrollo de sagas de acción como Misión Imposible, sólo intenta ser un vehículo hueco y grandilocuente de entretenimiento.

Por otro lado, es de agradecerse la diversidad e inclusión cultural que la saga en general ha planteado y usado en función de sus historias, como salirse de los Estados Unidos y explorar paisajes en Londres, Dubai, Tokio, Brasil y en esta ocasión Samoa, que si bien es un país que poco se ha visto representado en el cine, funciona como parte atractiva de la construcción del personaje de Johnson, y al ser éste productor, le hace un homenaje a su madre quien nació por aquellos rumbos de Oceanía, y por supuesto, no menosprecia el lugar y lo convierte en un nuevo mercado de turismo, claramente.

Si bien las actuaciones son de lo más destacable, no habría que dejar de lado a Idris Elba (Prometeo, 2012), que pese a la insípida construcción de su personaje, entrega una actuación interesante a partir de su historia de origen; también la mexicana Eiza González (Baby: El aprendiz del crimen, 2017), muestra ya no sólo sus dotes físicos, sino también los actorales que la podrían colocar como una estelar estrella de acción; las apariciones de Ryan Reynolds (Vida Inteligente, 2017) y Kevin Hart (Amigos por siempre, 2017) realmente no aportan nada a la trama, más que un simple capricho del director David Leitch, quien dirigió Deadpool (2016) y tuvo a Reynolds en ella.

Sin duda Rápidos y Furiosos: Hobbs & Shaw reformula una nueva esencia para la franquicia que puede gustar o no, pero que definitivamente seguirá ganando millones de dólares por sus estelares y sus escenas de acción que cada vez sobrepasan los límites de la física, y aunque este primer spin-off llega a ser cansado por su larga duración (dos horas y 16 minutos), los amantes de la adrenalina y la testosterona lo podrán disfrutar por las dosis de humor y de acción hilarantes, pero seguramente los escépticos saldrán recriminando cada cuadro de ella.

Si aún no te convences de verla, aquí está el tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=10R6Nku7DrI

Nombre original: Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw

Director: David Leitch (Deadpool, 2016)

Guion: Chris Morgan. Música: Tyler Bates (Guardianes de la Galaxia, 2014).

Género: Acción. País: Estados Unidos. Duración: 136 minutos (2 horas y 16 minutos). Productora: Original Films y Seven Bucks Productions.

Distribuidora: Universal Studios. Actores: Dwayne Johnson, Jason Statham, Idris Elba, Vanessa Kirby, Eiza González, Eddie Marsan, Helen Mirren, Ryan Reynolds, Kevin Hart, etc.