Dora la exploradora, ¡lo hizo!
- Óscar Andrew
- 14 sept 2019
- 3 Min. de lectura
Desde que se anunció una película en live-action basada en la serie animada infantil Dora la exploradora (2000), las incógnitas fueron demasiadas y los prejuicios sin verla aún más, sin embargo, el material resulta un agradable y sencillo ejercicio fílmico dirigido, por supuesto, a las audiencias jóvenes.

Dora (Isabela Moner) es una niña que siempre imaginó con ser exploradora y aventurarse en la selva donde vive junto a su primo Diego (Jeff Wahlberg), sin embargo, cuando pasa por la adolescencia es enviada a la ciudad, lo que causa su inadaptación y el pronto regreso a donde siempre quiso para una misión.
A esta nueva versión de Dora la exploradora realza el acercamiento con el material original. El director James Bobin (Alicia a través del espejo, 2016) no olvida en ningún momento los elementos que hicieron conocido al producto animado como las canciones, la interacción español-inglés, el rompimiento de la cuarta pared (aunque luego éste se diluye), los vestuarios, y los personajes principales, lo que definitivamente aboca a la nostalgia del público que creció con la serie de Nickelodeon, además le hablaba a los más infantes que pueden tener los primeros acercamientos con Dora y sus aventuras.
La película transita siempre entre el melodrama y la acción, mostrando en su mayoría paisajes selváticos reales con los que se logra una referencia e identificación con otras cintas del género como Los Goonies (1985) o E.T., el extraterrestre, y ahí es donde encuentra su punto más sólido al retornar al entretenimiento clave de los ochenta, más allá del precario CGI (Imagen Generada por Computadora) en personajes como Botas (Danny Trejo) o Zorro (Benicio del Toro) y de las múltiples incongruencias situacionales donde se ausentan las consecuencias físicas.

El humo blanco, el tono cálido en el desarrollo de las situaciones y un ritmo constante que atrapa y entretiene, también le brindan a la cinta honestidad y congruencia, puesto que los tres aspectos se encuentran relacionados para crear un vínculo con su público específico, además de los giros narrativos y las bien logradas interpretaciones de Isabela Moner como Dora y Eugenio Derbez -como Alejandro, un explorador- quienes adaptan precisamente sus actuaciones al tono y objetivo de la cinta, como lo hace todo el elenco, el cual está conformado por algunos mexicanos y otros latinos.
El mensaje se sustenta desde que todos los elementos del original se reestructuran para crear una coherencia con la realidad y la época actual, es así como una niña ávida de enseñar y crear aventuras a partir de su personalidad hiperactiva y sensible adecuada a su entorno silvestre, se relaciona en otro ambiente al que no se niega pertenecer, pero sí refuta la idea de modificar su forma de ser.
Dora y la ciudad perdida, es un producto de entretenimiento dirigido a un público infantil y joven, que, como muchas otras películas, no pretende ser sobre analizada por eruditos ni desde la subjetividad desacorde al contexto, es así que es honesta con lo mostrado y resulta una macro referencia a la serie que tuvo 172 episodios.
Si aún no te convences de verla, aquí está el tráiler:

Nombre original: Dora and the Lost City of the Gold.
Director: James Bobin (Los Muppets, 2011).
Guion: Nicholas Stoller y Danielle Sanchez-Witzel.
Música: John Debney (La Pasión de Cristo, 2004).
Género: Aventura. País: Estados Unidos. Duración: 103 minutos (1 hora y 43 minutos). Productora: Paramount Pictures, Nickelodeon Movies, Walden Media, Paramount Players, etc.
Distribuidora: Paramount Pictures.
Actores: Isabela Moner, Eugenio Derbez, Michael Peña, Eva Longoria, Danny Trejo, Benicio del Toro, Haley Tju, Jeff Wahlberg, Adriana Barraza, Isela Vega, etc.
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