Clímax
- Juan Hernández
- 5 mar 2019
- 3 Min. de lectura
Gaspar Noé

No me considero un experto cine, sin embargo, haré una reseña con los conocimientos que he adquirido y por supuesto desde mi punto de vista. Soy de aquellos que se fía de los sentimientos y emociones que te deja al ver una película, y considero que cuando la trama está clara y con argumento sólido es una buena película.
Clímax es una película dirigida por el Argentino Gaspar Noé.

Irreversible es la cinta con la que se dio a conocer a nivel global allá por el 2002, y desde ahí ha capturado (o alejado) al público con sus películas donde provocar la incomodidad en el espectador es su mayor característica.
Con este mínimo conocimiento del director y de sus obras me aventuré a ir al cine y esperar lo que fuera. La primera escena es aterradora, el blanco de la nieve contrastada con el rojo de la sangre y gritos de una mujer, seguido de esto los primeros minutos son lentos y no porque no pasara nada en realidad; ahora en retrospectiva veo que esos primeros minutos dan el paso para conocer a nuestros personajes en un futuro.
La historia parte de una premisa sencilla, es la fiesta que se sale de control. Pero el tratamiento de ésta es muy diferente a lo que se podría esperar.
Un grupo de jóvenes bailarines practican sus mejores pasos de baile y para darse un respiro por la larga jornada de ensayos se disponen a tomar un ponche (sangría), que aparentemente no tiene nada de sospechosa, al contrario, es del gusto de todos por su sabor excepcional. Mientas los minutos transcurren los bailarines se empiezan a sentir mareados, como drogados, es aquí en donde comienza la sospecha y búsqueda descontrolada de saber quien adulteró la bebida. En este proceso los miedos, emociones, deseos e inseguridades se apoderan de la situación hasta culminar en su clímax total.

Primero quiero resaltar lo que me gustó y porqué: para empezar las tomas son impresionantes (cenitales), la composición de la fotografía es impecable haciéndolas muy estéticas y si a eso le agregamos una iluminación en colores fuertes y brillantes (que desde mi punto de vista enfatizan las emociones y situaciones) forman un buen espectáculo óptico; otro aspecto interesante es la música y los bailarines, esto hace de la película completa en cuanto a recursos artísticos.
Lo que me desagradó, y hasta eso no demasiado, fue que en la película a veces no pasaba nada (puede ser que en tu cabeza le fueras dando sentido) pero eran secuencias en tiempo real un tanto largas que en algunos casos funcionaban y en otros los veía innecesarios. Lo segundo es más personal y de carácter íntimo, para mí las escenas de dolor y angustia me provocaban las mismas emociones y no era muy agradable.
Independientemente de que me hizo sentir incomodo en algunos momentos considero que es una buena película por esa misma razón; hace que te salgas de tu zona de confort y explores una forma diferente de apreciar una historia con recursos que te provocan reacciones, y que a fin de cuentas el cine recurre a emociones, sean complacientes o no.

Clímax es el título perfecto que caracteriza a todos los personajes en su máxima expresión.
La película sigue en salas de la capital mexicana, así que tienes todavía oportunidad de verla y crear tu propia opinión.
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